William Diaz: Con el corazón en el Sur
Motivado por su vocación de ayudar a la gente, William Díaz, partió rumbo a Galvarino gracias a Servicio País. En la localidad, participó activamente en el proyecto de la construcción de un Hospital Mapuche. Hoy de vuelta en Santiago y ligado profesionalmente a la empresa Goodyear, el ingeniero ambiental sigue con su corazón en la Araucanía.
Atraído por la idea de vivir en un lugar libre de contaminación y de ayudar a la preservación del medio ambiente William Diaz ingresó a estudiar ingeniería ambiental.Y aunque reconoce que en los primeros años se le hizo “un poco pesado”, ya en 3º año “la carrera se puso más entretenida, sobre todo, porque los profesores se encargaban de motivar a los alumnos en sus clases, se notaba que había interés porque nosotros nos convirtiéramos en buenos profesionales”.
Consciente de que se trataba de la carrera del futuro y que además le permitiría desarrollarse en diversas áreas, William absorbió todo lo que aprendió en la Universidad y partió al Servicio Agrícola Ganadero de Linares a realizar su práctica profesional. “Siempre me llamó la atención el tema del suelo, por eso busqué que mi práctica tuviera relación con este tema”.
El ingeniero reconoce que aprendió mucho en terreno y que fue precisamente esta oportunidad la que lo llevó a interesarse aún más en el uso del suelo, lo que le permitió además darse cuenta de “que era por ahí donde quería enfocarme profesionalmente”.
Una vez que finalizó su práctica y motivado por su vocación por ayudar a los demás, postuló a Servicio País “era un compromiso personal y que quería hacer como profesional antes de comenzar a trabajar formalmente”.
Con camas y petacas, el ingeniero, partió en junio de 2009 a Galvarino, Región de la Araucanía. Ahí junto a un antropólogo llegó a trabajar a la Municipalidad de esa comuna, donde su función fue desarrollar proyectos para ser presentados al Gobierno a través de las Secplac.
Uno de los más emblemáticos y que llena de orgullo a William fue la creación de un hospital mapuche “Galvarino es una comuna que tiene un gran porcentaje de población mapuche, por lo que para ellos era muy importante poder contar con un centro asistencial que les permitiera mantener su cultura a través de su medicina”.
Y aunque costó, la idea de la comunidad se concretó con la ayuda de Williams, quien se insertó en la cultura mapuche con el fin de evaluar desde su punto de vista la factibilidad del proyecto. “Yo me hice cargo del tema uso de suelo, ya que para tener un hospital mapuche había que considerar las plantas medicinales que usan las machis, por lo que era importante saber cuáles eran las condiciones del suelo para poder plantar determinadas hierbas”.
El ingeniero también fue echando raíces y una vez que terminó su trabajo para Servicio País, no dudó en quedarse en Galvarino, “yo había formado un hogar, la verdad le había tomado cariño al lugar y por eso decidí quedarme”.
Eso hasta que surgió una oportunidad laboral en Santiago y William decidió que era tiempo de volver “es cierto que me había encariñado con el pueblo, que además conocí a mi polola en Galvarino, pero era el momento de venirme, sobre todo porque se trataba de una muy buena oportunidad laboral en Goodyear”.
En la empresa, el profesional, se encarga de que se cumpla con la política ambiental y la normativa chilena “estoy feliz con mi trabajo, porque además se trata de una empresa que me da luz verde y me permite desarrollarme profesionalmente, aunque mi corazón sigue en Galvarino y con su gente”.
Fuente: Universidad Andrés Bello
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