Puede que el título suene a utopía, a un lindo sueño irrealizable. Pero no es así. Esto tiene nombre y apellido y se llama net metering, o en buen chileno, medición neta de la energía, sistema que ya opera en países como Alemania, Italia, Estados Unidos y Dinamarca, y en está proceso de implementación en Brasil, Argentina y Costa Rica.
Es una forma de operar los sistemas eléctricos donde las personas –como usted y yo- no sólo bajan energía de la red eléctrica sino también le inyectan electricidad, y cuando lo hacen su medidor funciona en sentido contrario, descontando este aporte de su cuenta de luz mensual. Y si su colaboración global es mayor a su consumo, a fin de mes no recibirá una cuenta por pagar sino un cheque por cobrar. Así los paneles fotovoltaicos, los pequeños molinos eólicos, las minicentrales hidroeléctricas, se hacen mucho más rentables y masivos, y permiten redistribuir entre muchos más las utilidades del mercado de la energía, generar más empleos y avanzar hacia un país más sustentable.