Galvarino: Un destello en la oscuridad El Gobierno apuesta por intervenir y tratar de ayudar Galvarino ocupa el quinto lugar de pobreza nacional

Son algunos de los llamativos titulares del Diario Austral en su edición del día domingo, después de la visita que realizara a la comuna Verónica Silva, personera del Ministerio de Desarrollo y Planificación, quien sostuvo una importante reunión de trabajo junto a representantes comunitarios donde explicó los alcances de la propuesta de gobierno.

Es bueno que el gobierno y sus autoridades se preocupen y se interesen por los problemas de nuestra comuna y nos puedan dar una mano.

¿Pero que necesita realmente la comuna de Galvarino para salir de la extrema pobreza que la sitúa entre las "top ten" de las más pobres del país?

La ayuda social otorgada nunca será suficiente, además siempre ha existido, solo es cosa de ver a la Municipalidad en los últimos periodos, convertida en un gran centro comercial, donde se entrega muchas veces sin ningún tipo de control, ayuda a familias que no lo necesitan, desde completas canastas familiares, colchones, alambres de púas, mallas, insumos agrícolas, cemento, etc. hasta las impresionantes toneladas de planchas de zinc que han sido repartidas en la población rural y urbana, algunas veces en recompensa o pago político y lo más grave algunos de los beneficiados vendiendo en el comercio informal la ayuda recibida. En nuestra comuna ya ha quedado demostrado como se vió en el Programa Puente Chile Solidario y otros, que ayuda sin programas de desarrollo de fomento productivo eficientes y escaso control es plata perdida y botada, al año siguiente esta misma gente necesitará más ayuda y estará igual o más pobre.

Aquí se necesitan planes de inversión de la mano con el mundo privado para dar trabajo en la comuna, nuestra comuna basa su actividad económica solo en el rubro forestal y la agricultura, el primero por las lluvias queda paralizado todo el invierno y el segundo con la mayoría de los principales agricultores en quiebra, grandes fundos vendidos a la CONADI y la mayoría de las tierras ocupadas con plantaciones de pino y eucaliptos, lo que nos convierte en un pueblo fantasma, con altos niveles de alcoholismo, drogadicción, delincuencia y cesantía. Necesitamos con urgencia crear nuevas fuentes de trabajo, que lleguen industrias que son las que generan mayor mano de obra, declarar una zona con beneficios tributarios, impuestos más bajos, subsidios a la contratación de mano de obra y menos trabas burocráticas para que sea atractivo invertir en esta zona, solo así terminaremos con nuestra triste realidad.

Y lo ultimo, a escasos meses de elecciones municipales que esta ayuda extraordinaria no sea una maniobra política más para captar votos de la gente más pobre.