Una hectárea de siembra con
lupino amargo Boroa INIA establecerán productores de la Cooperativa Ketralen
del sector Repocura en la comuna de
Galvarino, quienes en dependencias del Centro Regional Carillanca
recibieron 150 kilos de semilla. Manuel Curin Calfucura, David Lincopi y
Francisco Lincopi fueron los encargados de gestionar este donativo, que fue
entregado por el fitomejorador de la variedad INIA, Dr. Mario Mera. Este aporte
de semilla mejorada y charlas que pronto ofrecerá INIA a la Cooperativa Ketralen,
se realizan en el marco del proyecto “Difusión del manejo agronómico apropiado
para la masificación de material genético mejorado de lupino amargo”,
financiado por CORFO. De esta manera comienza otra importante articulación
entre INIA y agricultores mapuche, interesados en el desarrollo productivo de
su comunidad.
Los miembros de la Cooperativa
Ketralen hacen honor al nombre que llevan, que en mapudungun significa “estoy
trabajando”, pues a nivel regional han articulado importantes proyectos que benefician
a sus familias. Manuel Curín señaló que gracias a este lupino podrán mejorar
suelos erosionados y ayudar en la rotación de cultivos. “Contamos con
maquinaria propia y agua, y este material recibido será de mucho valor para
nosotros. Nuestra cooperativa se compone por 43 personas, entre hombres y
mujeres, quienes apostamos al desarrollo productivo mediante un desarrollo
endógeno, es decir, nosotros ser actores de nuestro propio cambio y que esto
impacte a nivel social y cultural. Llegamos a INIA porque sabemos el trabajo
que hace, y como en la vida, cuando uno está enfermo se busca el mejor médico”,
indicó.
La cooperativa apuesta por un
desarrollo en base a un plan estratégico claro para el territorio y la
diversificación de rubros, donde el lupino amargo tiene importancia para su
comunidad.
Lupino Boroa INIA
Cabe señalar que el lupino amargo
es un cultivo inserto en la agricultura familiar campesina (AFC) y aporta un
ingreso de gran importancia para muchos pequeños agricultores. La variedad
mejorada Boroa-INIA, tiene alto potencial de rendimiento y produce sobre 80% de
grano de calibre superior a 13 mm, fracción que alcanza altos precios en los
mercados europeos. Las plantas tienen tallos resilientes que si sufren
tendedura parcial mientras el follaje está verde, se yerguen cuando las plantas
se defolian, facilitando la cosecha directa. Los granos de Boroa-INIA tienen
mayor capacidad de hidratación durante el proceso a que son sometidos en Europa
para su consumo como “snack” y sus granos sufren menos daño de cutícula una vez
procesados, dando lugar a un producto final de mejor aceptación tanto por
procesadores como consumidores. Sin embargo, la variedad requiere un adecuado
manejo agronómico para expresar su potencial, y a la vez, tal aplicación es dependiente
de la disponibilidad de maquinaria agrícola.
La apertura económica y
globalización de actividades económicas experimentados en los últimos años han
tenido un fuerte impacto en la agricultura, dando lugar a nuevas oportunidades
y a la vez, a grandes desafíos para los agentes productivos, en particular para
la AFC. La capacidad de coordinar esfuerzos y recursos, tangibles e
intangibles, se convierte en eje central del nuevo modelo de desarrollo para la
agricultura, donde la competencia es la principal condición para la
participación en los mercados. La tendencia en las acciones de fomento debe
dirigirse al uso de esquemas de vinculación entre productores, centros
tecnológicos y agroempresas.
En este escenario, todo intento
por mejorar la competitividad de la producción primaria debe estar alineado con
la consolidación de los modelos de negocios asociativos. La asociatividad
facilita el emprendimiento y la superación de las debilidades que aquejan a la
AFC, entendiéndose como un mecanismo de cooperación que, manteniendo la
independencia de los socios, les hace participar de esfuerzos comunes por
objetivos comunes, como es la visión de la Cooperativa Ketralen.