El lunes pasado a las 6:30 de la mañana un grupo de
personas rompieron las puertas de la sede de la Unión Demócrata
Independiente en Santiago y dejaron rayados con la leyenda “Pitéate un UDI”, el día martes aproximadamente a las 8:05 de la
mañana otro grupo incendiaba un bus del Transantiago, el broche de oro fue el día jueves que un
grupo de manifestantes irrumpió en la sede del Congreso en Santiago
interrumpiendo una sesión, en el hecho se insulto fuertemente al Ministro de
Educación Felipe Búlnes. Todo esto en una semana, sin contar los números actos
de violencia antes vistos como destrozos en la alameda, el atentado al memorial
de Jaime Guzmán, el atentado a la
Sede de la UDI
en Concepción, etc.
¿Es esta la solución a los problemas en Chile? ¿Es
esta la forma de buscar el dialogo?
Hace varios años que en
nuestro país se está confundiendo la “libertad”
con el “libertinaje”. La libertad está definida como “facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra,
y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos”, esta libertad es la
que nos debería mover, pero siempre haciéndonos responsables de nuestra propia
libertad y respetando la libertad de los demás, ya que cuando no hacemos eso,
caemos en el libertinaje, que la
RAE la define como “desenfreno
en las obras o en las palabras”.
La gran mayoría de los actos de los cuales hemos sido
testigos, no son más que manifestaciones de esa libertad mal entendida, de ese
libertinaje que algunos defienden, o intentan encubrir para alcanzar el poder,
lamentablemente eso trae como consecuencia que veamos a ciudadanos tomar un
palo de hockey para enfrentar a violentistas que estaban rayando la casa de su
vecino, incluso personas como el penquista Mario Méndez que con arma en mano
persiguió a personas que en una manifestación intentaban dañar su auto.
Es
muy fácil encubrir el libertinaje con música y obras de teatro, es muy fácil
ilusionar, es muy fácil engatusar, es muy fácil hacer un llamado a protestar,
es muy fácil convocar a paros, sin importar si gran parte del estudiantado
pierde el año, total alguno de los lideres congelan sus carreras, es muy fácil
ir a tomar un té a parís mientras en las tomas hacen ollas comunes, en fin es
muy fácil convertir en moda un movimiento.
Lo difícil es hacerse responsable de los actos, eso
que es esencia de la libertad, algo que es tan básico como la “responsabilidad”
muchos no lo entienden o no lo quieren entender, porque es más fácil echarle la
culpa al otro que no quiere dialogar, a asumir tu responsabilidad.
Lamentablemente se está generando una moda preocupante
en nuestro país, la moda de los irresponsables, la moda de los encapuchados,
que ven en las marchas y manifestaciones el espacio ideal para destruir todo lo
que encuentran a su paso, cambiándole el nombre al movimiento por “El descontento de ver cosas de pie y sin
incendiarse”, pero lo que más preocupa es que actos como el del jueves
pasado están siendo avalados por parlamentarios concertacionistas, el mismo
Guido Girardi (PPD) se negó a desalojar
la sede del congreso que estaba siendo ocupada por manifestantes, que a destajo
insultaban al Ministro, aunque en el caso de este “honorable” parlamentario no es tan novedoso, muchas veces lo hemos
visto hacerse el desentendido cuando tiene que asumir su responsabilidad.
Otro ejemplo es lo que
ocurrió en el congreso nacional donde Gabriel Ascencio (DC) y Lautaro Carmona
(PC) agredieron verbal y físicamente a funcionarios de Carabineros tan solo
porque ellos estaban realizando su trabajo, con estos ejemplos como pretendemos
frenar la violencia en las calles. Los jóvenes se preguntan ¿Todos los chilenos
pueden insultar impunemente a Carabineros, o sólo los Senadores y Diputados?
Evidentemente los
hechos de violencia en el país han aumentado con ejemplos como este y porque se
generan las condiciones ideales para que ocurran.
Varios dirigentes del
movimiento estudiantil pertenecen a colectivos de corte anarquista, como el
CUAC, el KAPA, Bandera Negra, etc. Que entienden la libertad como libertinaje.
Los encapuchados ven en este movimiento la oportunidad para destruir cosas y lo
que preocupa es que ya no se trata de algo puntual, es una moda “Si van todos
¿Por qué no voy yo?
Ahora que pasa cuando
esta moda, trata al pueblo como masa, cualquier ente o persona que piense
distinto al grueso de la masa, es considerado un ente dañino, un obstáculo, y
ahí es cuando tenemos que ver a alguien que sale a la calle y se autodenomina “defensor del pueblo” y le lanza una
piedra a un Carabinero, solo porque este posee un uniforme, o intentar sacar a
presidentes de federaciones que piensen distinto, o integran a dirigentes que
no representan a universidades, eso
sucede cuando se confunde la libertad con el libertinaje, los ultras hacen y deshacen
sin responsabilizarse de nada, porque esa es la consigna.
No
nos quejemos de que nuestras ciudades están siendo destruidas sistemáticamente,
si tenemos dirigentes que están cómodos con la situación, parlamentarios que
defienden este tipo de situaciones y lo que es más grave aún, parlamentarios
que libremente agreden verbal y físicamente
a Carabineros por hacer su trabajo.
Nosotros como jóvenes
no compartimos estos actos, menos aún las consecuencias que traen, la señora
del palo de Jockey al igual que nosotros está cansada de ver como destruyen su
ciudad y lo que tanto trabajo les ha costado
tener, los jóvenes de la
UDI queremos ver a un país libre, pero un país libre en base
a la libertad con responsabilidad, donde no existan encapuchados cobardes,
menos parlamentarios que incentivan la violencia.
Juventud UDI Araucanía