Otro gran aporte del Director
del Laboratorio de Estrés Celular y Biomedicina perteneciente al Programa de
Biología Celular y Molecular del ICBM Claudio Hetz Flores, recordemos que Hetz es
hijo de padres galvarinenses y nieto de la
Sra. Silvia Kehr de nuestra comuna, es un destacado
científico y académico de la
Universidad de Chile, reconocido
y valorado a nivel mundial, ha recibido varios
premios y reconocimientos internacionales por su gran aporte a la ciencia.
Usando un virus genéticamente modificado, entregan a la zona
afectada el gen activo de un factor de transcripción indispensable en el envío
de señales de sobrevida neuronal, favoreciendo la recuperación parcial de la
movilidad.
Las lesiones a la médula espinal son cada vez más frecuentes
a raíz de accidentes automovilísticos, deportivos o hechos de violencia. Esta
dolencia genera una condición invalidante y sin cura que afecta, en su mayoría,
a hombres en plena etapa reproductiva que representa, además, un alto costo
para la sociedad.
Por lo mismo, los científicos Claudio Hetz, director del
Laboratorio de Estrés Celular y Biomedicina perteneciente al Programa de
Biología Celular y Molecular del ICBM, y Vicente Valenzuela, ingeniero en
biotecnología y tesista de magíster adscrito a esta unidad emprendieron una
investigación que pretende descubrir la aplicación de terapias genéticas para
tratar este problema.
El estudio está siendo realizado en directa colaboración con
el laboratorio que lidera el doctor Felipe Court, del Departamento de
Fisiología de la Facultad
de Biología de la
Pontificia Universidad Católica de Chile.
Terapia génica mediante virus adenoasociado
Este proyecto
consideró dos etapas: en la primera demostraron funcionalmente, y mediante
manipulación genética, que si se inactivan los factores de transcripción
denominados XBP1 y ATF4, que son indispensables para disminuir los niveles de
estrés celular por alteración en la homeostasis de proteínas. Se piensa que el
daño a nivel de axones podría generar un estrés crónico, alterando la función
de un organelo neuronal llamado retículo endoplasmático, llevando a mal
plegamiento de proteínas y, finalmente, apoptosis. “Por ello, se confirmó que
se necesita de esa recuperación espontánea para mejorar la capacidad motora, lo
que no es posible sin los factores de transcripción”, explicó el doctor Hetz.
En la segunda parte del proyecto, se generan aplicaciones
biomédicas mediante el desarrollo de una terapia génica experimental, usando un
virus adenoasociado -generado por una empresa biotecnológica para que cumplan
el papel de caballo de Troya- para entregar en una zona de médula espinal
dañada el gen activo del factor de transcripción XBP1, de manera de observar si
este procedimiento contribuye a la recuperación de los axones dañados.
Para ello, crearon un modelo de daño controlado a la médula
espinal in vivo, a la cual hacen un corte parcial. Posteriormente, en la misma
área inyectan este virus adenoasociado al gen terapéutico. “Pudimos ver que se
produce una recuperación más rápida y con evidente mejoría de los movimientos
más finos. Eso, en una persona que se encuentra paralítica, significaría poder
mover nuevamente los dedos”, añade Valenzuela.
Una terapia de este tipo, añaden, presenta múltiples
ventajas: Es local, no tiene efectos adversos -puesto que ya se ha probado el
uso de virus adenoasociado en humanos, sin contraindicaciones- y evita que el
paciente deba utilizar medicamentos por largos períodos o crónicamente.
Las etapas siguientes, agregan los investigadores, se
refieren a mapear la respuesta a estrés en distintos tipos celulares del
sistema nervioso central, como los oligodendrocitos -los cuales están
encargados de la producción de la mielina, la cual regula la actividad de los
axones- o algunos relacionados con la inflamación que se genera tras un daño
mecánico, como los astrocitos o las microglías. Las respuestas podrán orientar
posibles terapias génicas como las descritas en enfermedades tales como la
esclerosis múltiple.
El estudio cuenta con el reciente financiamiento de la North American
Spine Society, de Estados Unidos, debido al alto interés que existe en la
posibilidad de desarrollar terapias para las condiciones patológicas que llevan
a la discapacidad producto de parálisis cuando hay daño a la médula espinal.
Fuente: http://radio.uchile.cl
Links relacionados : La
Tercera