“Fiscalización
tributaria y crecimiento económico compensarán esta medida”, añadió el
parlamentario
En bloque, la bancada de diputados de la UDI pidió públicamente la
eliminación del impuesto específico a los combustibles, argumentando que el
excesivo peso que este tributo añade al valor de aquellos está impactando muy
negativamente en las pequeñas y medianas empresas y en especial a la clase media.
El diputado Enrique Estay, presente durante la declaración
de su bancada, señaló que “por ejemplo, eliminando este tributo, el precio de
la bencina bajaría a una cifra aproximada a los 500 pesos, devolviendo a las
personas buena parte del precio que hoy se traga el Fisco y colocando el valor
de los combustibles en una medida justa, adecuada al poder comprador de la
clase media chilena”.
Respecto del impacto que esta eliminación causaría en materia
presupuestaria, Estay explicó que “los cerca de 2.000 millones de dólares de
menor recaudación equivalen apenas al 2,6% de los US$ 53.387 que conformaron el
presupuesto nacional de este año. Es una cifra que perfectamente puede ser
compensada con una mejor fiscalización tributaria y por el crecimiento
económico –tanto el general del país como el que se derivaría de su misma
implementación”.
“De este modo”, aseveró el parlamentario, “nuestra propuesta
es consistente con el completo financiamiento de todo el gasto social, en
educación, salud, previsión, vivienda, y promoción social, incluyendo políticas
emblemáticas de este gobierno, como el Ingreso Ético Familiar”.
Estay apuntó que esta propuesta de los diputados UDI es
consecuente con lo que durante años predicaron respecto de la necesidad de
terminar con el impuesto a los combustibles,
concluyendo que “pretendemos que esta medida sea implementada
gradualmente hasta la completa eliminación del impuesto en unos cuatro años
más”.