Más allá de todas las críticas que existen por redes
sociales referidas a la administración
de la derecha actual en la Araucanía sobre el anuncio del “Plan Impulsa”, en la
práctica, habría que decir, que la
derecha es más coherente con su modelo de verdad histórica, por desbalanceada
que esta sea en contra de los mapuche y perversamente inclinado hacia el
colonizador blindados de poder en el estado.
El colonizador, por definición debe seguir incansablemente intentando imponer
su verdad, por mentirosa y despreciable que sea en términos efectivos, éticos o
morales, en rigor, su mantención como sector dominante, se debe a la mentira,
el engaño y la manipulación de esa verdad, de lo contrario, estaríamos en
presencia de otro tipo de sociedad y otro carácter de Estado, que ciertamente
ningún sector político en chile estaría dispuesto a realizar en la actualidad.
Destruir el colonialismo, es por
el momento el peor negocio en la cultura de los clanes chilenos en el poder, incluye
ello a algunos indígenas de manera individual en esta formalidad legal, por
eso, una sociedad solidaria, democrática es posible solo fuera del colonialismo
conservador y por definición ella sería dialogante, revolucionario o al menos
liberal en los términos del 1800.
La confusión empieza a expandirse
entre los mapuche cuando aparecen teorías, o movimientos dentro de los mismos
colonizadores aparentemente honestos con la historia, pero que en los hechos,
profesan y gobiernan con el mismo proyecto político de antaño en favor a esas
castas, ahí, de nada sirven a los
mapuche estas ideas, sean estas promovidas por los autodenominados progresistas
de izquierda o anti derecha, de lo que se trataría entonces, es cambiar
radicalmente todo y lesionar por completo todas formas de colonización que
incluye la vigilancia hacia los colonizados.
Es ahí donde los mapuche no
deberíamos olvidar que fuimos víctimas del
primer engaño institucional por un grupo de farsantes, que e incluso luego atentó
contra Ohiggins, pero habría de leer el último hecho político reciente, “El
acuerdo Nueva Imperial de 1989”, aquí, nuevamente, se invoca a la hermandad,
pero somos los mapuche comprometido en ese acuerdo a defender la democracia en
caso de alzamiento militar de la dictadura, a la luz de toda interpretación, los
redactores informado de las implicancia en el derecho político, no colocan el
concepto tratado, menos parlamento, solo se remiten a “Acuerdo”, no es un contrato que entonces, se
pudiese demandar en la corte internacional su no incumplimiento; el
colonizador, no necesita demandar
internacionalmente, en caso de conflicto
con su opositor, solo apela a las emociones de los involucrados y miles de
apasionados mueren en la lucha contra una tiranía.
De engaño, tiene experiencia las
élites chilenas, de torturas internas más aún, el ejercito de chile tiene
doctorados en masacrar a mapuches y civiles indefenso, actualmente ese clan, cuenta con una masa
cívica educada en los códigos anti-mapuche, pese a que miles de ellos están
ubicados en la condición de rotos chilenos, de composición en su mayoría
mestizas, fueron desamparados y empujado
a la orfandad política y de todo beneficio legal, sin embargo, aún, no son nuestros
aliados.
Ellos son nuestros vecinos pobres
ubicados en las ciudades que conspiran en favor de ese clan en el poder,
permanentemente nos vigilan y desean internamente
con pasión llevarnos al exterminio, sueñan con arrebatarnos desde hace un siglo
nuestros espacios territoriales, e incluso usando estrategias individuales como
mezclarse con nuestra familia, pero no
para apoyar la rebeldía legitima mapuche, sino para imponer sus ideas
chilenizantes y de paso buscar acceso a capitales al modo patronal, que
sub-culturalmente a aprendido en su experiencia de vida.
RESULTADOS ACTUALES.
La historia nos ha dividido en dos frentes claramente
distinguibles en términos raciales y de clan, un clan Europeo descendiente y el
otro originario ancestralmente en este territorio, el primero sirve a la
potencias extrajeras y son presionados también por ellas, porque su permanencia
en los cargos dependen de financiamiento económico externos, se alimenta de
nuestros recursos, los envía al mundo industrial y se enriquece a costa de
nuestro saqueo y el segundo sobrevive a
ese perverso colonialismo.
Como es lógico, el Europeo
descendiente en los primeros tiempos de la independencia lucha por sacar de la miseria y ruina a su
familia y para ello debe robar, de tal manera que, las riquezas de pertenencia
mapuche, ahora son sustraídas con descaro, acto seguido, traslada de países
hundidos en la miseria parientes, amigos y vecinos de europa a la zona de
Valparaíso hasta Concepción, territorio, acordado anteriormente en la idea
independentista, para construir ciudades de mapuche, de indios como llamaban en
esa época. Transformándose en los hechos, un aniquilamiento de la genética
mapuche para promover la expansión
genética europea.
No reconocer estos elementos es
mantener la episteme de la falsedad que muchos licenciados en historia en chile callan, Sin embargo, este hecho,
inevitablemente trajo como consecuencia tensiones irreconciliables que a la fecha
los académicos y los medios de comunicación caracterizan fragmentados en
mapuche bueno y buenos mapuche.
Dicho esto, el conflicto mayor las
consumen los mapuche, es por eso, que los anuncios, programas, o discursos de
los gobernantes de chile y Argentina, más allá de cualquier comprensión
efectiva de la temática, resulta lejos de su afectación en todos los ámbitos e
intereses de sus familias, castas u/o clanes que tienen directa relación con la
producción del conflicto estructural de los Estados.
El conflicto entonces para el
estado es distinto que para los mapuche, mientras el estado pretende
perpetuarse como figura institucional los mas extensible posible, salvaguardando
los intereses corporativos de estos clanes, para los mapuche, no le queda otra
salida que reagruparse en resistencia y hacer posible todo lo que sea necesario
para no ser barrido de la historia por completo.
Todo lo que los medios de
comunicación y las corrientes discursivas formales y convencionales promueven,
no es más que una falsa ilusión, en estricto rigor, terminan siendo una producción
enajenada y enajenante que incluso envuelve a los propios mapuche en una
falsedad, es de sentido común afirmar que son orquestadas conscientemente por
una intelectualidad orgánica directamente comprometido con la usurpación, por
tanto, no es posible resolver nada desde el engaño.
Lo que suele ocurrir, es que
algunos líderes mapuche mantienen su
vigencia mediática, pero en rigor, no se traduce en ningún avance afectivo para
los mapuche, solo el estado cumple su objetivo, ninguna medida a medias, ni
indicaciones parcializadas, podría dar solución al problema efectivo, solo la
creación de una condición básica de aclarar la verdad pactada entre ambos
sectores podría esclarecer la posible solución. A ello se le podría dar una
connotación de esclarecimiento histórico, no obstante, la historia humana, no
ha creado eso por emancipación intelectual, ello ha ocurrido, luego de masacres
y conflictos armados, por eso, es avanzado proponerlo, pero ingenuo e
irresponsable imaginar que sucedería en un colonialismo como el nuestro, que es
por lo demás, descarado y sin moral e incluso conocida así su imagen
internacionalmente.
Por tanto, “la paz,” como
invocación discursiva, es por sí misma, violenta, porque intenta encubrir una
verdad histórica que tiene raíces en el engaño, la paz será posible después de
una gran violencia social de masa, e incluso ahí, solo será posible, si los
núcleos de poder son conquistados por los mapuche, no es un tema solo de tierra
y territorio del bio bio al sur, es un tema de igualdad de acceso a los poderes
del estado de todo tipo, político,
militar y económico, en un nuevo carácter de estado.
Analizar el Plan Araucanía en un
ánimo esperanzador, es una forma colonizada de leer la realidad, es nefasto, depositar
en él, un destino posible en favor de los mapuche, no solo porque sea de
derecha, sino porque, no hay razones fundadas empíricamente para creer en el
estado, todo destino posible en favor de los mapuche pasará por su propia
reconstrucción, de tal manera que la participación política dentro de los
marcos coloniales, es perder varios
centímetros de los principio propios de los códigos del dinamismo mapuche, a
menos que haya una toma de poder del estado por parte de un ejército mapuche y
que se transforme en una tiranía al estilo de Atila.
Milton Freedman, convenció a los
antiguos anti-burgueses que la diversidad se puede señalar, pero se puede
administrar y manipular con eficacia.
Eduardo Curín
Paillavil
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