A estas alturas del partido, lo que menos le importa a la
clase media es de qué sector político provienen las propuestas, o si éstas son
populistas o no. Lo que sí le importa y pide es que justamente todos los
políticcs se pongan los pantalones y faldas para generar instancias y medidas
concretas que le permita dejar de ser la mortadela del sándwich. Es decir,
soportar a los de arriba y sostener a los más vulnerables, ante un complejo
panorama económico y social que enfrentamos como país y como la región más
pobre del país.
Pero el escenario real es que los distintos partidos
políticos, en general, están inmersos en arremetidas mediáticas que se traducen
en un ir y venir de mohosos discursos repetidos sobre lo que se hizo, se dejó
de hacer o no se está haciendo.
El ejemplo de la semana, la eliminación del impuesto
específico a los combustibles, que se desata cuando la Bancada de Diputados de la UDI solicitó expresamente al
Gobierno evaluar la eliminación gradual de este impuesto, frente a las
permanentes alzas que afectan el bolsillo de las familias de la clase media,
que una vez más quedan en jaque y tienen que asumir el costo.
Bastó que se hiciera la propuesta a través de una
conferencia de prensa, y todos los políticos se tomaron el tema como “caballito
de batalla”. Unos salieron diciendo que la UDI es irresponsable y populista y que es un
pésimo momento para hacer esta propuesta. Pregunta ¿Cuándo es el momento? Otros
aprovechan de levantar tierra y alegan que no entienden porqué el Gobierno no
hace nada. Pregunta ¿Qué hizo la oposición 20 años mientras fue gobierno en
relación al impuesto específico del combustible?
Más allá del tema que marque la agenda política de la semana
hay un hecho concreto y es que hasta ahora la carga más pesada se la lleva la
clase media, un sector social mayoritario que necesita urgente apoyo a través
de medidas concretas que le permita respirar y acceder a algún beneficio
social. Un golpecito en la espalda, un premio para los que deben enfrentar a
diario las trabas burocráticas para emprender, para crear nuevos negocios y
oportunidades para generar empleo y cumplir responsablemente pagando los
impuestos.
De no ser así, la clase media que ya está endeudada,
presionada y agobiada, le va a costar cada vez más sostener al país; por una
parte a los de arriba, a los más acaudalados que afortunadamente pueden
financiar la educación de sus hijos, el transporte o la alimentación y por
otra, sosteniendo, en buena hora, a los más vulnerables que cuentan con el
apoyo del Estado a través de beneficios sociales, como el sueldo ético
familiar. ¿Pero hasta cuándo va resistir la clase media? Anoche el Presidente
de la República
Sebastián Piñera en Cadena Nacional dio claras señales y un
fuerte compromiso con este sector, por lo que la voluntad del Gobierno está.
Ahora lo que falta, es que los polític@s, pagados por todos los chilenos, hagan
uso de sus sillas en el Congreso. Que en lugar de pelear y figurar a través de
los medios de comunicación, usen su tiempo en entregar soluciones para apoyar
al Ejecutivo en beneficio de todos los chilen@s, y que así como ayer se logró
la aprobación del emblemático proyecto de ley de la extensión del postnatal,
apoyen las destinadas a alivianar la mochila de la clase media, o de lo
contrario, seguirá siendo la mortadela del sandwich.
- Ximena Urzúa Zirotti
Fuente: Tiro al
Blanco